La ejecución del mural fue designada para complementar una de las épocas más importantes de la historia de México.
Nos muestra al primer Jefe de la Revolución Constitucionalista, Venustiano Carranza, que destaca por su tamaño, escribiendo la Constitución que hasta la fecha rige al país. En el extremo superior izquierdo aparecen varias figuras revolucionarias con sus armas al hombro, simbolizando la violenta lucha que derrocó al régimen porfirista. En la parte inferior de ese mismo lado puede observarse la destrucción de las viejas estructuras de explotación: las tiendas de raya y las fábricas con sistema carcelario.
Del lado derecho está representado el Congreso Constituyente, cuyos miembros tuvieron una participación importante en ese movimiento; estos personajes se van desdibujando hasta convertirse en un águila, símbolo de la Patria, que transmite a Venustiano Carranza su voz, la voz del país. Carranza es presentado en actitud de escuchar, con la mano levantada pronta a transcribir en papel los designios del águila. En su mesa hay papeles blancos donde van quedando los preceptos de la nueva Constitución de 1917 y papeles negros que caen de la mesa y simbolizan la injusticia de los preceptos porfirianos y reaccionarios que tradicionalmente habían obstaculizado el proceso democrático de la nación mexicana.